lunes, 7 de marzo de 2011

OMAR RAYO: DISEÑO BASICO






Ómar Rayo Pintor, grabador y escultor nacido en Roldanillo, Valle del Cauca, Colombia en 1928, murió el 7 de junio de 2010.
Inició su carrera en el barrio Siloé dibujando e ilustrando para los periódicos y revistas de Cali. Desde 1948 expuso varias veces sus obras en varias ciudades de Colombia. En 1954 comenzó a viajar por América Latina para estudiar. Vivió en México de 1959 a 1960 y se radicó en Nueva York por aproximadamente diez años. En 1970 obtuvo el primer puesto del Salón Nacional de Artistas de Colombia.
Realizó más de 200 exposiciones en Japón, Hungría, Polonia, Alemania, Noruega, Francia, España, Italia, Estados Unidos, Costa Rica, Puerto Rico, México, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Brasil, China.

Museo Rayo
En 1981 estableció el Museo Rayo de Dibujo y Grabado Latinoamericano en su natal Roldanillo. Fue diseñado por el arquitecto mexicano Leopoldo Gout. Se exponen dos mil cuadros y grabados de la producción de Rayo, además de quinientos de diferentes artistas latinoamericanos que hacen parte de su colección personal. Funcionan allí diferentes módulos como el de las exposiciones permanentes, las itinerantes, una biblioteca y el taller de artes gráficas, además de un teatro con capacidad para 150 personas.

Obra
La obra de Rayo está dedicada a la figura geométrica sin ser abstracto. Su estilo original, con imágenes claras, pintaba objetos concretos. Es un artista geométrico-óptico, que ama los cuadrados, los rectángulos y las líneas en zig zag y se expresa con el blanco, el negro y el rojo. Nos demuestra que el arte geométrico pertenece tanto al pasado ancestral como al futuro insondable. Utilizando el rastro primordial de los ancestros indígenas, descubre nuevas maneras de ejecutar y presentar los intrincados laberintos visuales y geométricos. La obra grafica de Omar Rayo es una de las más independientes, seguras e importantes producidas en la segunda mitad del siglo XX, el especificó la técnica con el nombre de intaglios y desde sus inicios se llamaron a los grabados de Omar Rayo con este apelativo. Mari bolivar

Fallecimiento
En horas de la mañana del lunes 7 de junio, el maestro Rayo se sintió muy mal y sus allegados decidieron llamar una ambulancia y a la policía, para que le brindaran la atención médica y fuera trasladado a un centro asistencial. Debido a la gravedad de su estado, fue remitido a la ciudad de Cali. Ómar Rayo batalló con la muerte durante unas 5 horas, pero a la altura del municipio de Palmira otro infarto lo atacó, lo que obligó a que la ambulancia en la que era trasladado, se desviara al hospital san Vicente de Paul, de la ciudad de Palmira, lugar al que llegó sin signos vitales.[1]

El fallecimiento del maestro, se produjo el 7 de junio de 2010 En las horas de la mañana, mientras era trasladado a un centro asistencial en la ciudad de Cali.

EL PINTOR ERRANTE Por Fernando Gómez
La biografía de Omar Rayo es tan entretenida como un libro de aventuras, hay viajes al corazón de la selva amazónica y paradas en los andes bolivianos. La escuela de Rayo fueron los viajes y los grandes maestros latinoamericanos; se graduó con honores, pero su carrera, además de premios y reconocimientos, también ha estado marcado por odios y las polémicas.


La carrera artística de Omar Rayo empezó a consolidarse con un anuncio de periódico:Curso de dibujo por correspondencia, Academia Zaer, Bueno Aires-Argentina. Rayo que ya había iniciado su camino como dibujante amateur a la increíble edad de tres años, al pintar con carbón la sombra de un perro en la pared de su casa, no dudó en recortar el anuncio. Les escribió a los argentinos y a vuelta de correo recibió un sobre que le hizo temblar las manos: era su primer aproximación académica al arte. Tenia 16 años y sus oportunidades de convertirse en artista en un pueblo colombiano llamado Roldanillo eran bastantes remotas. En esa época, 1944, las escuelas de arte quedaban demasiado lejos para un muchacho de provincia. Pero Rayo era terco. Se defendió como pudo con las condiciones que le imponía un curso que le llegaba de la Patagonia. Realizaba sus planchas con juicio espartano y las enviaba de vuelta a la espera de un nuevo reto. Cumplió con todo y se graduó con honores. Cuando terminó el curso se dio cuenta de que apenas estaba empezando, ¿Se iba a convertir en caricaturista del pueblo? Agarró el diploma que le enviaron de Zaer y tomó rumbo a la ciudad más grande que conocía: Santiago de Cali.


En Cali se ganó la vida haciendo caricaturas para consultorios de médicos y despachos de abogados. Tuvo un paso fugaz por la naciente Escuela de Bellas Artes donde le dijeron que ya no tenía nada que aprender. No pudo ser estudiante y su trabajo como caricaturista no tenía mucho futuro: sus dibujos ya habían colmado todos los espacios que podían colmar, después de haber alcanzado cierta fama local conocí a alguien que me dijo que mi destino se hallaba en Bogotá. Y me dio un empujón definitivo. Vio mi trabajo y me regaló un pasaje de avión. Ese hombre era el escritor colombiano Álvaro Mutis que, en ese momento, trabajaba en el departamento de publicidad de una aerolínea. Mutis, como todo el mundo sabe, como ya se ha escrito miles de veces, llegó a perder la libertad por ese tipo de actos filantrópicos con artistas y escritores. Pero con Rayo no se equivocó. Esta vez el joven aprendiz de artista no fue en busca de compradores de caricaturas. Fue al encuentro de la elite intelectual del país. En esos días, el cuartel general de los poetas era el café Automático. Rayo, según los recuerdos de José Font Castro, entró al café como todos los recién llegados:pisando bajito, como escondiéndose detrás de ellos mismos, con la inevitable carpeta de papeles bajo el brazo —sus poemas o sus dibujos— a observar desde otras mesas a aquellas estatuas vivientes y a la expectativa de poder abordarlas. Así apareció la primera vez en el Automático un adolescente que llamaba la atención por su buen físico y especialmente por una estatura que traicionaba su íntimo deseo de pasar desapercibido. Ese adolescente, sentado en el último rincón del café, los conquistó con sus travesuras con el lápiz, finalmente le dieron la bienvenida al grupo de elegidos y se ganó su admiración el día que los sorprendió con su primer intento pictórico: el maderismo. Eran veinte retratos de los personajes más reconocidos del café dibujados con trozos de madera. Ese fue su primer paso a la fama. Los cuadros nunca se vendieron, pasaron a ser parte de la decoración del café y con ellos pudo pagar sus viejas deudas de aguardiente.

jueves, 17 de febrero de 2011

TIPOGRAFIA, ORIGEN, CLASIFICACION Y USOS

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Muestras Taller Infografia













lunes, 7 de febrero de 2011

continua tutorial







INSTRUCCIONES PARA EDICION EN PHOTOSHOP


































TALLER DE TIPOGRAFIA VERNACULA

PARA LA ELABORACIÓN DE ESTE TALLER:
1. Toma de fotografías de estructuras arquitectónicas aledañas.
2. Edición de las fotografías en photoshop.
3. Crear la fuente a partir de los elementos estructurales encontrados.
4. Análisis de las características de la fuente.
5. Aplicación de la fuente en una pieza publicitaria.

TIPOGRAFIA VERNACULA





VERNACULA: perteneciente al entorno urbano, que es nativo, autoctono, propio de el espacio que nos rodea.
La Tipografia Vernacula es una exploración urbana de las formas y las fuentes (tipos de letras) que en ellas encontramos, no solo implicitas en un aviso o en un afiche, sino tambien en los recorridos viaules que las estructuras mismas nos sugieren.
Hay un sin numero de lecturas que encontramos en nuestro recorrido y son estaas quienes nos sugieren nuevos y diferentes irdenes de lectura e interpretacion grafico y visual.